La palabra Grabado o Estampa designa una imagen impresa sobre un soporte rígido, llamada matriz, dejando una huella que alojará tinta y será transferida a otra superficie como papel, tela, etc. lo que permite obtener varias reproducciones de la estampa. Si el soporte es:

·       una piedra tendremos una litografía

·       una plancha de cobre tendremos un grabado al aguafuerte, al aguatinta, al buril, a la punta seca o a la manera negra

·       una madera tendremos un grabado sobre madera (madera grabada, xilograbado o xilografía), un linóleo tendremos un linograbado

·       una pantalla o plantilla de seda para tendremos la serigrafía

Se hacen varias impresiones de prueba hasta que el artista considera que está perfecta. Esa última prueba perfecta se la llama  "Bueno para estampar o Bon à tirer". Una vez que el artista da su aceptación se precisa el número total de ejemplares, siempre limitado, que se realizarán. La función del impresor es la de verificar concienzudamente la homogeneidad de la calidad de esa tirada con respecto a la prueba inicial del ‘bueno para estampar’. Si la calidad se deteriora, el impresor o el artista deducen que la prueba no sirve. La impresión se puede ejecutar sobre papeles diferentes. Desde los años 80 del siglo pasado el artista pone su firma y él o el editor numeran las obras. 

Se hace una distinción entre el grabado o estampa original y el grabado o estampa de interpretación

Grabado original 

El artista concibe y realiza él mismo su creación sobre la matriz o plantilla de piedra, cobre, acero, zinc, madera o seda.

El grabado de interpretación 

La obra original de un artista (pintura, dibujo) es transferida sobre el soporte para grabado por un litógrafo o un grabador. Dicho trabajo se suele hacer bajo la dirección del mismo artista. El hecho de que el propio artista no haya realizado el grabado sobre la matriz (piedra, cobre) no influye en el valor de dicho grabado

La firma 

En los grabados actuales, casi siempre al final de la tirada el artista pone su firma al lápiz en cada una de las pruebas. Esto le permite a la vez controlar la tirada y eliminar las pruebas que no le satisfacen totalmente. A veces, los grabados llevan la firma impresa, es decir la firma del artista en la piedra de una litografía o en el cobre de un grabado, etc; lo que no excluye necesariamente una firma original. También se encuentran estampas que no están firmadas o estampas firmadas que no deberían estarlo

Pruebas de estado

Antes del ‘bueno para estampar’ y después de una o dos pruebas de ensayo, el artista puede considerar que su trabajo no ha alcanzado sus expectativas. Entonces vuelve a coger el soporte y prosigue su trabajo, con las mismas técnicas o con técnicas diferentes y manda hacer otra tirada o la hace él mismo a partir de una o dos nuevas pruebas de ensayo. Las primeras se llaman entonces pruebas del "primer estado" y las segundas pruebas del "segundo estado". Y así sucesivamente hasta que el artista queda satisfecho plenamente con el resultado. Picasso llegó a realizar hasta treinta y una pruebas de estado. Para que haya estado, es decir, etapa en el trabajo, se necesita evidentemente que éste se efectúe sobre el mismo soporte. Si el soporte cambia, hablaremos de otro grabado, aunque la imagen sea idéntica.

Grabado directo al ácido

Sobre el cobre desnudo, bien desengrasado, el artista pinta la imagen sumergiendo el pincel en el ácido. La dificultad reside en apreciar la duración del ataque químico. Esto obliga al artista a pensar en realizar primero las partes más negras, ya que es, en éstas, donde el ácido tendrá que quedarse más tiempo en contacto con el cobre. Seguidamente realizará los colores medios y terminará por los colores más ligeros. Sumergirá con rapidez el cobre en el agua para neutralizar todos los ataques.

Aguatinta

Si el artista quiere un matiz, tipo aguada, trata toda o parte de la superficie de la placa de metal espolvoreándola con partículas de resina. La distribución tiene que ser uniforme; para ello se utiliza una caja de resina que « pulveriza » las partes que se desea. Después, se calienta todo. Los granos de resina se adhieren a la placa y se sueldan, pero dejan entre ellos pequeños intersticios. Sumergiéndolo en el ácido, éste penetra por los intersticios y ataca - muerde - el metal. El resultado muestra una infinidad de puntitos negros de diferente grosor (según el tamaño de los granos de resina utilizados), que dan un color que puede llegar hasta el negro profundo. Las partes de este color que el artista quiere proteger son llamadas reservadas. Para ello, el artista pone barniz con el pincel u otro producto protector sobre las partes que quiere sin color. En este caso, se dice que utiliza la aguatinta con reservas. Cuando el proceso de la aguatinta es único o domina sobre un soporte, es decir, el grabado obtenido después de mordido, supresión del barniz, entintado e impresión, entonces se denomina una aguatinta.

Aguatinta al azúcar 

Técnica que permite al artista pintar sobre el cobre. La mixtura utilizada es una mezcla de guache, de tinta (para así poder ver lo que se está haciendo) y de azúcar. Esta mixtura almibarada se extiende con el pincel sobre el cobre desnudo. El grabador pinta así toda o parte de la imagen. A continuación, la placa de metal se barniza completamente y se sumerge en un cazo lleno de agua. El azúcar se disuelve entonces en el agua y toda la parte pintada sobre el cobre - y únicamente ésta - se encuentra desnuda, sin barniz protector, y, por tanto, atacable por el mordido químico del agua fuerte.

Aguafuerte

El grabado obtenido una vez retirado el barniz, tinta o impresión se llama aguafuerte.

Buril

El buril es una pequeña barra de acero de sección cuadrada cortada a bisel en uno de sus extremos. La otra extremidad, equipada con un pequeño mango de madera, se acopla en el hueco de la mano. La punta realiza surcos - llamados tallas - sobre la placa de metal desnuda cuando la mano empuja el buril apoyando de forma más o menos fuerte. El grabado obtenido después del entintado y la impresión se llama buril

Estampas en piedra o en zinc – Litografías

El papel litográfico es un papel a grano encolado con goma arábiga. El artista dibuja sobre un papel con un lápiz litográfico (lápiz graso) como si dibujara en una hoja de papel cualquiera con un lápiz normal. Después del trabajo del artista, el papel humidificado se descalca sobre una piedra litográfica (calcárea de grano fino, sin defectos, bien plana y que absorbe la humedad) o sobre una placa de cinc (graneada). 

El papel de transcripción está constituido de manera similar al papel litográfico, pero no tiene grano. Se emplea preferentemente para transcribir un dibujo que ya existe en una piedra o un zinc, a otra piedra u otro zinc. 

La piedra ofrece muchas más posibilidades que el papel. Así se realizaron las primeras litografías,  como las de Goya. El principio de la litografía se basa en el hecho físico de la repulsión del agua por la grasa (lápiz graso o tinta grasa). En la superficie plana de una piedra litográfica, el artista hace un dibujo a lápiz o una pintura con tinta. Si se moja toda la superficie de la piedra, el agua humedece todas las partes de la superficie que no están pintadas o dibujadas. Si se pasa un rodillo empapado de tinta, se produce un segundo fenómeno de repulsión, la tinta es repelida por el agua y aceptada por las partes grasas - las dibujadas o pintadas-. Si se presiona poniendo una hoja de papel sobre la piedra, la tinta se deposita sobre la hoja de papel y se obtiene una estampa o prueba.

 La estampa que se obtiene se llama litografía.

Para que una piedra resista a la presión de la prensa, ésta necesita tener un grosor importante - de cinco a diez centímetros-. Se entiende que si el artista quiere realizar una litografía de gran dimensión, el peso de la piedra es demasiado grande. De ahí la utilización del zinc.

Las litografías también se utilizan para proteger las partes de la composición que queremos mantener blancas - sin tinta - en el papel, o para que sean de otro color posteriormente.

Sobre la piedra o el zinc, pueden efectuarse también rascaduras o trabajos a punta seca, técnicas que Picasso empleó en sus litografías.

Grabados en madera

El artista escoge una placa de madera. Si la coge en el sentido del árbol, es una plancha. El grabado que realizará en ella se llamará grabado en madera a la fibra; con este método, en el papel se verán las vetas de la madera. Si la placa es perpendicular al árbol, el grabado que realizará se llamará grabado en madera a la testa, de modo que no se podrán ver las vetas de madera en el papel. En este último caso, para evitar que la madera se parta, se superponen pequeños tacos de madera enganchados unos a otros, pero con las fibras perpendiculares a la superficie del grabado. Picasso realizará solo diez grabados en madera (de 1905 a 1915), todos ellos en madera a la fibra. El artista dibuja primero su imagen sobre la plancha, después, con una navaja o un cuchillo japonés rebaja su dibujo. Con una gubia o con escoplos, hace saltar (talla en hueco) todo lo que no tiene que ser entintado, todas las zonas entre los trazos de su dibujo. Este permanece pues en la superficie primitiva de la plancha. Obtenemos exactamente lo contrario al grabado en metal. Si se pasa un rodillo de tinta (como un rodillo de pastelería) sobre la superficie conservada y ponemos ésta en una prensa sobre una hoja de papel, el resultado se llama grabado en madera o madera grabada.

Grabado en celuloide, Rhodoid

La técnica del grabado en estos soportes plásticos es similar a la de la placa de metal desnuda y utiliza las mismas herramientas, principalmente la punta seca y el buril.

Grabado en linóleo o linograbado

La técnica de grabado en linóleo es idéntica a la del grabado en madera y utiliza las mismas herramientas. La consistencia de este material homogéneo, sin fibra, da más facilidad a la utilización de las mismas, y no crea los inconvenientes - esquirlas - que podemos encontrar en el grabado en madera al hilo. Sin embargo el peligro reside en su misma blandura.